Los organizadores de la Maratón de Nueva York, viendo amenzado su liderazgo por la pujanza de la espléndida Maratón de Valencia, particularmente por los atletas de la UV league (léase "iuvi lig"), han decidido contraatacar intentando llevarse a una de las "figuras" de la camiseta naranja.
Como me gusta correr en los pueblos, he decidido aceptar su "invitación" (previo pago de la no desdeñable inscripción) para el próximo noviembre.
No será tan bonita, ni tan acogedora, ni tan llana, ni con un final tan espectacular, pero estará bien ¿no?
Del "Una vez en la vida" al "¿Y si ...?"
Ahora los detalles reales (paradójicamente, la posverdad era lo de antes).En 2014, viendo la emoción de los kilómetros finales del Maratón de Valencia, pensé que tenía que intentar correr una maratón una vez en la vida.
En 2015 corrí la Maratón de Valencia con mi hijo, y una parte con mi otro hijo. ¡Fantástico!
En 2016 me apunté otra vez para intentar mejorarlo. Pensaba que con una segunda maratón ya estaría bien. La hice y la acabé, y mejor que la primera. ¡Genial!
Así que pense ¿y si alguna vez corriera una "major", Nueva York, Boston, ...? Mejor intentarlo ahora que cuando tenga más años (más aún).
Explicaré que hay tres maneras de correr la Maratón de Nueva York: con una entrada garantizada (por marca o por haber corrido ya un número de maratones de NYC), pagando un pastizal (a una agencia de viajes asociada o a alguna asociación de caridad de NYC) o apuntándote a un sorteo para un cupo de plazas al que se apuntan 5 o 6 veces más corredores que plazas disponibles. Pues bien, yo opté por la tercera vía (pensando que no me tocaría; hay quien lleva varios años intentándolo) y ¡me ha tocado!
De modo que este año no os contaré mi maratón de Valencia, sino la de NY. Algunos amigos (no corredores) cuando se lo comentó me dicen "¿tendrás que prepararte, no?" ¿Acaso la maratón de Valencia se corre sola o qué?
Ché, que fort!

No hay comentarios:
Publicar un comentario